Rubén Díaz (67) es arquitecto «renunciante», fantaseólogo y famoso por ser el creador de la Torre Eiffel de Santa Rosa, del Arco del Triunfo de Carlitos Balá, de la Bondi House, la Estación Ratti, el Itubelisco, el Coliseo Romano y unos tantos monumentos más todos reunidos en la ciudad de Ituzaingó.
Fuimos a conocerlo y a conocer sus obras. Nos abrió las puertas de su casa y nos dio un recorrido. Rubén vive en el centro de Ituzaingó y su casa es literalmente su propio museo. ¿Lo mejor y más loco de su casa?, un ascensor de carga diseñado exclusivamente por y para él.
Sus obras se encuentran dentro de aproximadamente 10 cuadras a la redonda. «Yo soy autodidacta, comerciante, nunca pensé que era artista» y agregó; «El arte me sirvió como excusa para empezar una filosofía de vida, yo más que artista tengo una ideología y la expreso con las cosas que hago», anticipó el artista.
En relación a la fantaseología, a su propia descripción, añadió; «La fantaseología trabaja con la emoción de la gente, los sueños y los proyectos. La arquitectura enseña a mejorar pero no enseña a crear emociones. Yo trabajo para las sensaciones de la gente».
«Siempre fui raro entonces era normal que yo a los 18 años diga que iba a hacer una casa con una pileta al revés, obviamente nadie me creía. Un día dije que iba a hacer la torre eiffel y nadie me creyó», expresó Díaz.
Rubén contó que viajó por todo el mundo y que ya lleva recorriendo 125 países. «Para ver una obra tengo que verla y conocerla, dibujarla en el lugar y sentirla, si logro eso vengo para acá y la puedo hacer», afirmó.
Además, tiene planeado seguir viajando y trayendo ideas nuevas para seguir con sus obras en Ituzaingó; «El año próximo, se viene la muralla china y petra, junto a las que ya están tenemos casi todas las maravillas del mundo». Y agregó con felicidad; «Cuando alguien visite Ituzaingó va a ver obras completas en 3D y ficciones de planos con perspectivas».
Cuando le preguntamos si tenía algún referente, inspiración o admiración, expresó; «Mi única inspiración es Salvador Dalí. Cuándo fui a ver sus obras dije «este tipo está loco y todo esto está más loco que él, me hicieorn tirar plata en una entrada que quiero que me la devuelvan». Cuando salí dije «este es un genio», tardé 2 horas en entender, nada iba con nada».
Referente argentina a la cual le tiene mucho respeto es a Minujín. Compartió; «A Marta Minujín no la entiendo, no entiendo su arte, pero es la mejor y por algo es la mejor» «la respeto, la valoro porque es un ícono argentino, una trayectoria increíble y creo que hay que rendirse ante las cosas que triunfan».
No hay dudas que Díaz siente amor y pertenencia por Ituzaingó, pero de todas maneras lo dejó claro; «Yo trabajo para y por Ituzaingó, si me llaman de algún lado voy como invitado a hacer una obra no tengo problema pero mi trabajo es para Ituzaingó. Mi marca, buena o mala, va a ser siempre para Ituzaingó», concluyó el artista.
