Diego estuvo cenando junto a Claudia Villafañe, por entonces su novia, y el jugador Silvano Espíndola, en “El Rancho de Pichón”. Víctor De Rossi su propietario cuenta está anécdota única.
La muerte de Diego Armando Maradona, abrió un dolor enorme en el pueblo que llora a su máximo ídolo. pero también reaviva bellos recuerdos en aquellos que tuvieron la fortuna de cruzarlo en sus vidas.
Es el caso de Víctor De Rossi, un vecino de Merlo, apodado “El Tano”, que puede inflar el pecho, como Diego dentro de la cancha, y decir que “el 10” estuvo en su casa cenando.
En una charla con el Programa “Vuelvo Con Vos” de Radio Búnker, FM 94.9, De Rossi, contó la historia que lo linkea directamente con Diego.
La historia cuenta que la hermana del dueño de casa, estaba de novia en ese entonces con Silvano Espíndola, un correntino de Goya, que jugaba en Argentinos Juniors. Tiempo después, Diego diría que Silvano fue uno de los jugadores con los que mejor se entendió dentro de una cancha. Y también afuera, ya que eran muy compinches. Un día el papá de Víctor, le dijo al novio de su hija casi desafiándolo: “Vos sos muy amigo de Maradona, pero por acá no lo traes”. Silvano acusó recibo, y a los pocos días le dijo a su entonces suegro: “Prepare un asado, que el jueves viene Diego a comer” .
Y así fue, el jueves Diego junto a Claudia Villafañe, su manager de ese entonces Jorge Cyterszpiler, Espíndola y otros jugadores se acercaron hasta lo de Pichón, como le decían al papá de De Rossi, lugar ubicado en Merlo Centro, más precisamente en 9 de julio y Victoriano Loza.
“Diego, ya estaba en Boca, llegó en un Mercedes Benz. Era un bote grande que apenas entraba en el garage” cuenta Víctor.
“Vinieron temprano, y fue todo muy sencillo, eso me sorprendió, que el era un tipo muy tranquilo. Estuvimos charlando, y yo hice los registros fotográficos de ese día”, cuenta orgulloso. Y agrega: “Yo recién me iniciaba en la fotografía. Debo tener unas 10 fotos, pero no fue una cosa invasiva, tampoco se estilaba en esa época sacar muchas fotos, en esa época que te quede una era un montón”.
“Fue una noche muy tranquila, nos quedamos hasta tarde charlando, fue muy divertida, y quedó realmente para la historia, un recuerdo imborrable” cuenta el hijo de Pichón. De hecho el lugar actualmente se llama “De Pichón Rancho Amigo”, y en el salón están las fotos con Diego.
